¡Los queremos!

¡Muchas gracias a todos por sus oraciones y expresioines de amor!  Ya estoy recuperado, gracias a Dios.  Las dos semanas de enferemdad me dieron un nuevo aprecio por la gente que sufre crónicamente y por la gran bendición que es la salud.

¡Me partió el corazón escuchar reportes del servicio de acción de gracias (uno de mis favoritos) y ver las fotos del desayuno!  Vi muchas caras conocidas, algunas nuevas y las de la familia Meyer de regreso.  

Esta semana empecé a ir a la biblioteca de un seminario teológico para establecer un lugar para trabajar e iniciar algunos proyectos escritos.  La próxima semana partimos para nuestro primer viaje que va a durar dos semanas e incluir sietes ciudades.  Tendremos el privilegio de visitar con fieles amigos que han apoyado y orado por la obra en Guadalajara durante estos 17 años, para agradecerles y para compartir con ellos las grandes cosas que Dios ha hecho y está haciendo allá.

Nos sentimos perdidos sin nuestra querida iglesia.  ¡Los queremos mucho y los extrañamos!